Los neumáticos de competición y los neumáticos de calle de la empresa se fabrican con propósitos completamente diferentes. Los neumáticos de competición están diseñados para ofrecer un rendimiento máximo en carreras o conducción intensa, presentando compuestos de goma suaves que proporcionan una adherencia excepcional a temperaturas elevadas, diseños de banda agresivos para maximizar el contacto con la carretera y construcciones ligeras para reducir la masa rotacional. Estos neumáticos destacan en entornos de carrera controlados, pero pueden desgastarse rápidamente y tener un rendimiento deficiente en condiciones diarias. Por el contrario, los neumáticos de calle están diseñados para la conducción diaria, enfatizando la seguridad, la durabilidad y el confort. Utilizan compuestos de goma más duros para una vida útil prolongada de la banda de rodadura, surcos más profundos para una mejor evacuación del agua en condiciones húmedas y estructuras más robustas para resistir los peligros habituales de la carretera. Mientras que los neumáticos de competición ofrecen un rendimiento sin igual en la pista, los neumáticos de calle de la empresa proporcionan un rendimiento fiable y adecuado para todo tipo de tiempo, ideal para desplazamientos cotidianos y conducción familiar.